sábado, 17 de mayo de 2008

privatización es igual a corrupción

Ninguna de las privatizaciones que han llevado a cabo los distintos gobiernos ha traído un solo beneficio al pueblo de México y sí grandes ganancias a un pequeño grupo de empresarios nacionales y extranjeros, afirmó aquí Andrés Manuel López Obrador. En el mismo sentido va la iniciativa de reforma que envió al Congreso el “espurio” Felipe Calderón.
“¿Cuáles son los beneficios? Si hablamos de Petróleos Mexicanos (Pemex), en México pagamos las tarifas más altas, incluso que Estados Unidos y otros países; si nos referimos a la industria eléctrica que le permitió a la iniciativa privada, particularmente extranjeros, la producción de este tipo de energía, el gobierno la compra a precios altísimos, también los más caros del mundo, y así podemos seguir enumerando las más de mil privatizaciones y no vamos a encontrar en ninguna un beneficio para el país”, aseveró.
Al continuar su recorrido por el país y las reuniones con las brigadas en defensa del petróleo, López Obrador fue entrevistado en la comunitaria Radio Bemba, donde enfatizó que para los mexicanos han sido muy malas las experiencias en este aspecto; “para nosotros, para el pueblo, privatización es igual a corrupción y así lo demuestra la larga lista de lo que algún día fueron bienes nacionales y que de manera discrecional pasaron a manos de la iniciativa privada”.
Durante la entrevista en Hermosillo y más tarde al reunirse con brigadistas en Ciudad Juárez, Chihuahua, y en la capital del estado, el tabasqueño alertó sobre la estrategia “de la derecha” que ha permeado en algunos sectores de la sociedad nacional y que propicia que muchos mexicanos se cuestionen sobre los beneficios que, como bien nacional, les ha dado el petróleo.
“Hay quienes dicen: ‘a mí qué me importa el tema de la privatización, yo no he visto nada, no me ha beneficiado en nada ser propietario del petróleo’, es decir, la gente no siente que el petróleo sea suyo. Se les olvida que de cada peso del presupuesto nacional 40 por ciento proviene del petróleo y con él se pagan los salarios de maestros, enfermeras, médicos, entre otros. Se les olvida que lo que paga Pemex al fisco por año es tres veces más de lo que paga por impuestos todo el sector privado en México”, aseveró.
Manifestó su preocupación también porque, apoyado en los medios de información, particularmente los televisivos, el “gobierno espurio” empezó con la propaganda de que en el fondo del mar hay un tesoro y que los mexicanos deben ir por él. “Lo que no dicen es que ahí no hay reservas probadas y se trata en realidad de una aventura.” Luego, continuó, siguieron con el lema de que a los mexicanos les iba a ir bien y de que si adquirían bonos como lo plantea la iniciativa de reforma a Pemex, obtendrían importantes ganancias; “lo que no explican es que si un mexicano compra un bono de 100 pesos, obtendría al final de un año siete pesos de utilidad, y a eso le llaman que ‘nos va a ir bien’”.
Llamó también la atención sobre otro de los elementos que proponen las iniciativas de reforma, en el cual se pretende que cualquier controversia se resuelva en tribunales internacionales; “con ello, la Suprema Corte de Justicia de la Nación quedaría de lado, la derecha está en la lógica del mundo de los negocios y a las corporaciones no les interesan los países, sino los negocios, por eso deslizan entre la población comentarios que desafortunadamente respaldan algunos intelectuales, como el de que la soberanía es un tema caduco, y que debe cambiarse la Constitución o quienes argumentan la defensa del nacionalismo están equivocados; al final va a resultar que no necesitaremos más un presidente de la República sino un gerente, un representante de esos intereses internacionales, pero, reitero, eso no lo vamos a permitir”.

viernes, 16 de mayo de 2008

El Chamuco invita

PRINCIPIOS QUE DEBEN REGIR LA REFORMA PETROLERA


DR. LORENZO MEYER

Me encuentro aquí, no a nombre de ningún partido, tengo mis simpatías, de ninguna corriente política, sino como académico, ciudadano, académico y alguien que en otros tiempos cuando no estaba la mar tan agitada se metió al tema de los orígenes de la política petrolera mexicana y que creo que desde esta perspectiva histórica puedo decir algo entorno a lo que se me invitó, se me dijo que debería discutir algunos de los principios, ciertos principios que deben regir la reforma petrolera. Y yo les propongo cuatro.
No son los únicos, pero sí creo que entre ellos están los principales.
Les propongo discutir rápidamente en estos minutos el tema del nacionalismo que me parece que es fundamental. Sin eso no se entiende ni lo que ha pasado ni lo que puede pasar con el petróleo.
Quiero, después también abordar en la medida en que el tiempo lo permita, el tema de la petrolización de los recursos fiscales mexicanos. Es uno que viene de mucho tiempo atrás y ha tenido sus vaivenes.
En tercer lugar, quiero poner a manera de pregunta la idea de México como exportador de petróleo. Lo fue, dejó de serlo y lo ha vuelto a ser, es conveniente.
Y por último, algo que ha quedado muy claro en la discusión histórica del tema del petróleo, este ha sido un tema de élites, ha sido el tema de unos cuantos, se ha tomado a este recurso natural no renovable y estratégico, se han tomado decisiones algunas buenas, otras no tanto, pero siempre teniendo a la, sociedad al margen, como testigo más que como actor. Creo que sería bueno cambiar esa añeja política hacia el petróleo.
Vuelvo a mi primer punto, al del nacionalismo. Ya Germán Martínez nos dijo aquí en la mañana que probablemente hay un falso nacionalismo en México.
Sí, sí ha habido falsos nacionalismos, muchos. Pero en materia del petróleo, por razones casi accidentales, se fue construyendo una red de relaciones entre nacionalismo y petróleo que no existe en Petrobras, que no existe en “Estatoi” de Noruega ni en otras empresas públicas petroleras.
En México no es posible separar nacionalismo de petróleo desde el inicio del Siglo XX, o incluso si se quiere desde el Siglo XIX, que es cuando esto empieza.
El tema del nacionalismo, el concepto es muy abstracto, muy inasible. Sin embargo, tomando a un colega muy citado en estos días, yo diría que el nacionalismo se refiere a la imaginación política colectiva que resulta o que da por resultado la existencia de una comunidad en una geografía concreta e inherentemente soberana, es la soberanía, imaginar a México como nación soberana costó mucho… . . . soberanía, imaginar a México como nación soberana costó mucho, yo no sé cuando, finalmente el grueso de los mexicanos se imaginaron pertenecer a una comunidad soberana, me sospecho que debe de ser en algún punto del siglo XX y está relacionado con el petróleo, no nada más con el petróleo, la idea de dar el petróleo al sector privado viene de Manuel González y sobre todo de Porfirio Díaz, donde domina una visión liberal del mundo en donde se debe lo que era un derecho de la nación y que viene de la legislación española se le cede a los privados, cuál era la razón, muy simple, muy parecida a la que se da ahora, el país lo requiere, hay que invertir mucho, es muy arriesgada la tecnología, el petróleo es complicadísima, y entonces hay que facilitar al sector privado, su presencia ahí porque México la requiere, fue por eso que se modificó una serie de leyes en el siglo XIX y principios del XX donde se le da la propiedad de los depósitos de petróleo al superficiario, luego por accidente estalla la Revolución justo cuando se empieza la gran producción petrolera, y la Revolución va par y paso con un deseo de recuperar el petróleo, en el documento que entrego, que es bastante extenso, que eran los momentos cumbres, pero hay ahí una derrota y una victoria del nacionalismo mexicano, es una mezcla de los dos avances, desde luego la Constitución del XVII, pero la imposibilidad de hacerla efectiva hasta que llega 1938, y ahí se mezcla la oportunidad internacional, el entorno nacional favorable con una voluntad política, voluntad política, lo subrayo, la voluntad política de ser soberano, México no puede ser un país soberano en el sentido profundo y absoluto del término, no tenemos la fuerza para eso, pero sí se escogió un punto central que fue el petróleo, y en el petróleo se tomaron las decisiones escalonadas, hasta llegar a ese momento, realmente cumbre del nacionalismo mexicano que es el 18 de marzo de 1938, pero no se quedó ahí, los retos fueron muchos, también se decía que no había tecnología, que no era posible una industria tan compleja que pudiera ser asimilada por el Estado Mexicano y llevada adelante por el Estado Mexicano.
En los 1940 y principios de los 50’s, el Gobierno de Miguel Alemán dio marcha atrás, parcial, pero dio marcha atrás, con los cinco contratos riesgos que se dieron a 5 empresas llamadas independientes norteamericanas a las cuales se asignó partes específicas de la geografía mexicana para que hicieran ahí su exploración y explotación, luego viene una reacción de ese nacionalismo, ya no como la del 38, pero que da como resultado la modificación del artículo 27, 1960 y ahora volvemos a proponer una privatización parcial de esta industria, es muy complicado,
pero lo único que puedo subrayar ahora es que México tiene la necesidad de vivir un nacionalismo, y un nacionalismo real porque es vecino del país quizás con el mayor grado de nacionalismo que existe hoy, conduce su política totalmente en un espíritu de nacionalismo y a veces, no siempre, un nacionalismo agresivo, México necesita de un nacionalismo vivo, no agresivo, pero sí defensivo, no xenófobo, pero sí bien pensado y en PEMEX tiene una posibilidad, en el petróleo tiene una posibilidad de hacer de ésta otra vez una empresa exitosa que sirva como orgullo a esta imaginación colectiva, porque es una empresa estatal, es una empresa que refleja o debería reflejar la voluntad colectiva, de tener ahí, en ese punto que ya se creó desde hace un siglo, está poco a poco esta política petrolera, que sea motivo de orgullo y de soberanía, que sea capaz esa empresa de mostrarnos que desde el trabajo del obrero hasta desde el técnico más especializado que se puede, se puede dominar, como se dominó en algún momento la tecnología de punta, administrarla, administrarla bien y pensarla en función, no de los intereses de la globalidad ni del mercado mundial, sino en los intereses nuestros.
Entonces esta parte, insisto, es un capital que ya se creó, no lo hemos creado nosotros, se nos ha sido dado, se nos puede desperdiciar o se puede aprovechar para volver aquí a sentar las bases de un nacionalismo del siglo XXI que no tiene que ser incompatible con la globalización, pero sí tiene que ser real, no falso.
El segundo punto que quiero abordar, es el hecho de que la industria petrolera mexicana estuvo por un buen tiempo dedicada en el, bueno, en el momento inicial la justificación de todas las transformaciones legales del Porfiriato era para servir al mercado nacional, al mercado mexicano, particularmente a los ferrocarriles, para que ya no se importara combustible, pero luego se convirtió, gracias a que dominaban las empresas extranjeras y que el mercado era extranjero, la tecnología, la mercadotecnia, todo era del exterior, se convirtió en un enclave. México llegó en los 1922 a exportar el 99 por ciento de su producción y a dejar para el mercado interno el 1 por ciento. Por muchas razones eso se fue modificando, pero el día de la expropiación seguía siendo prácticamente un productor para las necesidades del mundo externo, para las necesidades de las economías centrales, cambió a partir de 38, por razones muy mezcladas, algunas buenas, otras malas, pero el petróleo mexicano se convirtió en un producto para México. Sin embargo cuando empieza la crisis del sistema económico posrevolucionario en particular a partir de 1982, pero desde antes, éstas empezaron con Echeverría, se vuelve a meter a México como país exportador.
Y yo propongo que nos hagamos la pregunta, ¿tiene México que ser un país exportador de petróleo? ¿Tiene que ser exportador de un recurso natural no renovable y estratégico o sería mejor como entre los años, fines de los 30’s y hasta mediados de los 70’s o fines de los 70’s, un país que use el petróleo básicamente para sí? La demanda norteamericana de petróleo es enorme, el 80 por ciento de nuestras exportaciones están concentradas ahí, el resto a Europa, América Latina y una pizquita a otras partes. Esa es una pregunta, no siempre México fue proveedor del exterior, existe la posibilidad ahora, estamos produciendo y exportando en cantidades fantásticas, por eso también se están agotando lo yacimientos mexicanos, pero, ¿es eso lo que nos conviene? Es una pregunta que propongo que se haga en el momento de reflexionar sobre la reforma energética, ¿es necesario?
Y entonces paso a un tercer tema, el de la dependencia de el gobierno federal de los ingresos que le extrae al petróleo. Ahí está en buena medida el origen del conflicto con las empresas internacionales a partir del gobierno de Francisco I. Madero, la necesidad del gobierno de adquirir recursos, sobre todo cuando viene la revolución, el estado está en quiebra, México siempre ha tenido un problema fiscal, alguien calificó de penuria la política fiscal. . . ...fiscal, alguien calificó de penuria la política fiscal de México en el siglo XIX, es una de las grandes debilidades del estado mexicano que sigue presente el día de hoy cuando no puede tener más que el 11%, en el mejor de los casos, del Producto Interno Bruto como parte de la recaudación; es muy baja, es vergonzoso el sistema recaudatorio mexicano.
Y en vez de enfrentar este problema de cara con una reforma fiscal real, no adecuaciones, entonces se recurre al petróleo, el petróleo cuyos precios están ahora aumentando es la salvación, es la tapa de salvación, ¿pero qué país que tenga una economía decente, funcionando bien, un país complejo? Claro, si vamos a unos países del Mundo Arabe, bueno, pues ahí tiene que ser, la vida del estado es la vida que le da el petróleo.
Pero en otros, con una economía compleja como la nuestra, tienen que sacar sus recursos de otra parte, pero esa otra parte requiere también voluntad política. Después de todo alguien ha definido a la política como la asignación por la vía de la autoridad de los recursos escasos, la política fiscal es política en el punto más profundo del significado de ese concepto, y en México se ha fallado y entonces se ha echado mano al petróleo.
Pero creo que no es justo esa dependencia, ni cuando las empresas eran extranjeras dependía el estado mexicano del petróleo, como depende ahora. Antes de la expropiación, en el momento cumbre, dependía el estado mexicano en alrededor del 33% de sus ingresos totales del petróleo, pero fueron bajando.
Una vez que viene la expropiación México no se petroliza, hay una contribución realmente baja del petróleo a los ingresos del estado, pero volvimos a eso, así como volvimos a ser país exportador para hacerle frente a las necesidades de otros, nos hicimos también dependientes fiscalmente del petróleo porque no se quiso, no se quiere, no se ha querido enfrentar el tema de la Reforma Fiscal.
Un tema que está en la agenda mexicana por lo menos desde 1960, se han hecho estudios y estudios, y se pidió al gran “Kaldor” que nos viniera hacer un diseño, faltó la voluntad política para hacerlo realidad. Y entonces hemos tenido, desde que es, medio siglo de estar luchando con este gran problema que muestra una de las debilidades estructurales del estado mexicano, y que se ha querido usar al petróleo para suplir algo que debería de haber sido enfrentado desde hace mucho tiempo.
Entonces la pregunta es a quienes vayan finalmente a aprobar esta legislación, realmente es justo que el petróleo que sea el que le dé esos recursos al gobierno federal, a los gobiernos estatales, a los gobiernos municipales, ¿Por qué los estados y los municipios no han también buscado sus propias fuentes? ¿Por qué le tienen miedo? Porque están enfrentando a intereses muy fuertes, a intereses, a actores que pueden poner muchos obstáculos a la clase política.
En lo que me queda quiero referirme a algo muy significativo y que es particularmente importante ahora. La política mexicana, como muchas políticas, ha sido de élites, sólo los poquitos han tomado las decisiones; pero en el caso del petróleo es particularmente notable.
Quien decidió cambiar toda la estructura legal del petróleo en el Porfiriato fue el Presidente, fue la Secretaría de Fomento, fue una academia de juristas, la Academia Mexicana de Jurisprudencia, creo que se llamaba, y un puñado de geólogos, que eran los técnicos los que sabían. La Sociedad Mexicana no entró para nada ahí, ni siquiera tenía idea del petróleo, si era una sociedad agrícola en donde la fuente de energía no tenía nada que ver con el petróleo.
Lo notable es que durante la Revolución Mexicana y cuando se crea la liga fuerte entre nacionalismo y petróleo sigue siendo un grupo muy pequeño. Carranza introduce la fracción IV del artículo 27 de la Constitución allá en Querétaro en 1916 sin que la mayoría del Constituyente se diera cuenta, no se discutió, fueron sus técnicos, “Pastor Rue”, por ejemplo, Luis Cabrera, ellos eran los que sabían. Y luego ya en los gobiernos de Calles, de Obregón, son muy pocos los que toman las decisiones; son también muy pocos los que al momento de sentir la presión tienen que regular la presión norteamericana que lleva a los acuerdos de 1923 de Bucareli o el acuerdo de 1927 entre “Morreau” y el Presidente Calles.
No es sino hasta 1938 cuando entra la sociedad mexicana, pero no entra antes de que se tome la decisión, entra ex pos facto. El General Cárdenas es el único que se atreve a meter a la sociedad mexicana y después de haber tomado la decisión fundamental; la mete como apoyo, porque tiene, por un lado, la voluntad de hacerlo y las organizaciones para hacerlo, y no le tiene miedo a introducir a esa sociedad que aquí ha estado siempre como testigo, pero no como actor.
Pasada la crisis del 38 se le vuelve a quitar, y Pemex es la provincia, el dominio del Presidente, de quien está al frente de la empresa, de la Secretaría de Hacienda, quizás de los técnicos de Pemex; pero a la sociedad mexicana que se dice que es la dueña del petróleo realmente ¿qué mexicano se siente dueño del petróleo, incluso hoy? El petróleo es un tema ajeno, somos objeto de la política petrolera.
Pero como sociedad es uno de los temas fundamentales en los que no se ha presentado. Entonces propongo que este tema se haga entrar, es más la sociedad mexicana ya entró en el tema, por primera vez entró antes de que se haga la legislación. Ya no se aprobó en abril de este año, ya se metió a la discusión, y se metió en serio.
Es ahora quizás el punto en donde se parte, más que en cualquier otra cosa, la posición política de los mexicanos.
Entonces aquí lo que importa no es vencer, sino convencer; aquí hay que convencer a la sociedad mexicana de que ésta nueva legislación es lo que le conviene, que se necesita una legislación, un marco legal, y sobre todo una nueva voluntad política para enfrentar el tema energético en México, creo que no queda duda prácticamente a nadie.
Lo que se tiene que hacer es que introducir esto a la vida colectiva mexicana, probablemente en el pasado no había muchos ciudadanos en México. Los sistemas de gobierno no eran democráticos, los sistemas autoritarios no permiten la entrada del ciudadano; pero ahora sí, en la discusión que se dé ese puede ser un foro muy abierto. Pero para el ciudadano la manera de llegar a la información, no hay ciudadanía sin información y está mediada por la televisión, y la televisión tiene su propia agenda.
No se cómo hacer que el ciudadano mexicano tenga acceso a la información sobre un tema en donde le va mucho, aunque no se dé cuenta. Pero en fin, concluyo esa presentación volviendo al punto inicial.
El nacionalismo mexicano del siglo XXI es indispensable porque somos vecinos de una gran potencia, que es ahora la única gran potencia y que dirige su política hacia el exterior basado en el nacionalismo. Lo tuvo desde el momento mismo en que nació, al finalizar el siglo XVIII, y lo ha seguido teniendo con diferentes ángulos y variaciones, pero muy agudo.
México no es viable si simplemente se desintegra en la globalidad y quiere ser eficaz económicamente, pero no tiene ese sentido de comunidad soberana, esa imaginación. Entonces una industria petrolera cien por ciento mexicana, con capacidad de manejar la tecnología de punta, con la voluntad de hacer de esa industria un ejemplo, como lo fue, lo llegó a ser en los mil novecientos, fines de los treintas y cuarentas, costó mucho… ...a fines de los 30’s y 40’s costó mucho tener, recuperar la tecnología. Algunos se les fue la vida en eso. Los laboratorios explotaron, pero se logró.
El tetraetilo de plomo que ahora nos parece una cosan absurda, fue un gran logro tecnológico, era la punta de la tecnología y se pudo dominar en México. Bueno, por qué no se puede dominar la siguiente.
Se tienen los recursos y se tiene la voluntad, se tiene la honestidad para manejar esta industria como el mascarón de proa del nacionalismo mexicano, entonces, se puede hacer mucho; más allá de ser una fuente de energía, puede ser una fuente de energía política, de imaginación política y de éxito que bien le hace falta a México, que ha tenido una serie de fracasos y muy pocos éxitos en los últimos años. Gracias. (Aplausos).
http://www.senado.gob.mx/reforma_energetica/content/foros/docs/13mayo2008_2.pdf

Principios de la Reforma Energética

Conferencia dictada ante el Senado de la República
Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano
13 de mayo de 2008

Desde los inicios de la explotación petrolera en el país hasta que se decretó la expropiación de las compañías, el petróleo mexicano se explotó en el esquema de una economía dependiente de enclave, enviándose la mayor parte de la producción a mercados del exterior, y sólo utilizando una parte menor en la producción de combustibles y otros petrolíferos, destinados a los consumos internos. De 1938 hasta 1976, la actividad de Petróleos Mexicanos se orientó preferentemente a satisfacer las demandas nacionales de petrolíferos y a apoyar el crecimiento económico del país. En los seis años siguientes, además de atender a los objetivos anteriores, la explotación del petróleo se constituyó también en una importante fuente generadora de divisas, que principalmente se utilizaron para impulsar los procesos de industrialización del propio hidrocarburo. Entre 1982 y 1988 la administración frenó y prácticamente abandonó el esfuerzo de integración y alargamiento de las cadenas productivas petroleras y destinó las divisas obtenidas de la exportación de crudo al pago de deuda externa. De 1988 para acá, se aceleró, consciente e intencionadamente, el desmantelamiento y la obsolescencia de la industria petrolera estatal, centrando la atención y las inversiones en la explotación y exportación de petróleo crudo, apropiándose la Secretaría de Hacienda del producto de su venta por la vía de derechos, impuestos, etc., para nutrir los recursos fiscales del Estado.
Los objetivos que debieran asignarse a Petróleos Mexicanos, a mi juicio, son los de devolver a la industria petrolera y a Pemex mismo el papel de impulsores del crecimiento económico y la industrialización, motores de la formación de capital nacional, proveedores de energéticos baratos para la economía del país, contribuyentes a una balanza de pagos sana, convirtiendo a Pemex, con esa visión, en un ente productivo de alcances globales, que obtenga sus ingresos principales de la venta de productos con alto valor agregado, tecnología y capacidad empresarial.
* * *
Del Diagnóstico que dio a conocer la Secretaría de Energía sobre Pemex y la industria petrolera, lo primero que debe decirse es que presenta una visión falaz, pretendidamente catastrófica de Pemex y las actividades que realiza, destacando supuestas insuficiencias y carencias en su capacidad de ejecución, falta de recursos para invertir e indisponibilidad de tecnologías para el trabajo en aguas profundas. Señala también que producciones que abastecen el mercado mexicano generan empleos y derramas económicas en el extranjero, pero no da las razones de cómo y por qué se llegó a esta indebida situación.
De manera alarmista, el Diagnóstico da cuenta de la declinación de los yacimientos y la caída en la producción, de la magnitud, supuestamente inalcanzable para Pemex, de los trabajos a realizar en las diferentes áreas de la industria, sin hacer consideración alguna de los recursos necesarios y sus fuentes de origen para hacer lo que tenga que hacer, ni de la necesaria distribución de actividades e inversiones en el tiempo, y sin plantearse un cambio a las políticas vigentes, salvo en que determinadas actividades a realizar requieren de la inversión de particulares.
Independientemente del Diagnóstico, el gobierno, a estas alturas, tendría que haber presentado sus ideas y en su caso más bien una propuesta de plan de desarrollo, plan de trabajo o plan de negocios de Petróleos Mexicanos, de la industria petrolera y de la industria energética, en el corto, mediano y largo plazos, señalando con precisión las actividades a realizar y su dimensión, los tiempos de ejecución considerados y los recursos necesarios para ello. Proporcionar esta información, a más de que lo considero una obligación del gobierno, contribuiría de manera positiva al debate petrolero.
* * *
La solución a los problemas de Petróleos Mexicanos y de la industria petrolera, de acuerdo a los planteamientos oficiales, empezarían a darse a partir de que se aprobaran las iniciativas que el 8 de abril remitió el Ejecutivo al Senado, las que, según expresó en este mismo escenario la Secretaria de Energía, no demandan reforma constitucional alguna y se enmarcan de manera absoluta en lo dispuesto por nuestra Carta Magna.
La más importante de esas iniciativas, por su trascendencia según se apruebe tal como está, según se modifique o se deseche, es la relativa a la Ley reglamentaria del artículo 27 constitucional en el ramo del petróleo, ya que al través de ella, el Ejecutivo pretende se cambie el marco regulatorio que actualmente rige a la industria petrolera.
El artículo 4° que se propone en esta iniciativa, de aprobarse, abriría el paso franco para la violación de la Constitución. Dice el texto de este artículo: “Petróleos Mexicanos, sus organismos subsidiarios y los sectores social y privado, previo permiso, podrán realizar las actividades de transporte, almacenamiento y distribución de gas, de los productos que se obtengan de la refinación de petróleo y de petroquímicos básicos”, y continúa, “Petróleos Mexicanos y sus organismos subsidiarios podrán contratar con terceros los servicios de refinación de petróleo”.
Esas líneas dejan ver, con toda nitidez, a partir de qué instrumentos se darían las violaciones a lo dispuesto por el artículo 27 de la Constitución, aunque ciertamente, como aquí lo expresó la Secretaria de Energía, el Ejecutivo no está proponiendo ninguna reforma constitucional.
No se propone reformar la Constitución. Simplemente, sin alterar su texto, se alienta y se está dispuesto a permitir su violación. Eso, planteado por el Ejecutivo y expresado por sus representantes en este foro, resulta tanto o más grave todavía que reformarla.
Vuelvo al caso. Decía que el texto propuesto del artículo 4° de la iniciativa contradice al 27 constitucional, que establece que “[Tratándose] del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos… no se otorgarán concesiones ni contratos, ni subsistirán los que en su caso se hayan otorgado y la Nación llevará a cabo la explotación de esos productos”.
Entonces, al expresarse que la Nación directamente o por conducto de Pemex pudiera celebrar contratos con terceros para maquilar la refinación de hidrocarburos y otorgar permisos a personas en calidad de constructoras, operadoras y/o propietarias para el transporte por ductos, el almacenamiento y la distribución de hidrocarburos, petrolíferos y materias primas petroquímicas, según la interpretación del gobierno no se está haciendo en la iniciativa referencia a los contratos y concesiones de los que trata la Constitución, sino a otros, y pregunto entonces, ¿a contratos y concesiones que no son ni contratos ni concesiones según la definición constitucional? ¡Que no se quieran pasar de listos!

miércoles, 14 de mayo de 2008

Va boletin Andares de Marzo, hacer clic para ver imagen más grande...









siguen jugando a la guerra


Sólo quieren beneficios para los empresarios, afirma AMLO

La reforma a Pemex que propone el gobierno “usurpador” no sólo carece de beneficios para el país, sino que ni siquiera favorece a pequeños, medianos y grandes empresarios mexicanos, ya que abre la puerta para que sean proveedores extranjeros los que atiendan la demanda del sector, aseguró Andrés Manuel López Obrador.
Ante un auditorio colmado en el Centro de Convenciones de este puerto, el político tabasqueño sostuvo que dicha propuesta de reformas no sólo viola la Constitución, sino que “beneficia a los grandes tiburones de las aguas profundas del mundo que se mueven en los grandes negocios, y que son quienes proveerán todos los servicios no sólo a Petróleos Mexicanos, sino al gobierno en su conjunto”, aseveró.
Ante más de mil brigadistas defensores del petróleo, López Obrador expresó que a lo largo de la historia del país los procesos de privatización sólo han beneficiado a grandes consorcios internacionales y no a pequeños y medianos empresarios y comerciantes.

lunes, 12 de mayo de 2008

Camiluchis


ola de violencia

La ola de violencia en el país, alcanzó, esta semana, a altos mandos de la Secretaría de Seguridad Pública federal; Édgar Millán Gómez, coordinador de Seguridad Regional y Proximidad Social de la Policía Federal Preventiva, murió en su domicilio de la Colonia Guerrero después de recibir nueve impactos de bala, en el pecho y la cara.
La principal línea de investigación de la ejecución es una venganza del narcotráfico, concretamente del grupo de los hermanos Beltrán Leyva por la captura de Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo, y la desarticulación de tres células de sicarios de esa organización en la capital del país.
Millán era uno de los hombres más cercanos al titular de la SSP, Genaro García Luna, y engranaje importante en los operativos conjuntos que se realizan en nueve entidades del país.
Considerado el tercer hombre en importancia en la dependencia federal, su muerte “indignó y preocupó” a los integrantes del gabinete de seguridad nacional, quienes en prolongada reunión delinearon un operativo inmediato para dar con los autores materiales e intelectuales de ese homicidio, ya que el asesinato constituye el mayor golpe del crimen organizado contra mandos de la PFP en lo que va de esta administración.
Por su parte, el Pelele Calderón deploró el “cobarde” asesinato e hizo un parangón entre los héroes nacionales y los elementos de la fuerza pública que han caído en el cumplimiento de su deber. En tanto, Juan Camilo Mouriño, responsable de todos los delitos que se le imputan por tráfico de influencias y secretario de la comisión que le dio impunidad, manifestó su preocupación y exhortó al resto de las dependencias y corporaciones a trabajar en conjunto para dar con los responsables.
La SIEDO atrajo la investigación del homicidio, el proceso someterá a todo el personal de la oficina que dirigía Millán a exámenes poligráficos y el Ministerio Público Federal analiza la posibilidad de solicitar el arraigo de varios colaboradores cercanos. Hasta el momento, se sabe que los sicarios contratados por el cártel de Sinaloa son originarios de la delegación Iztacalco y forman parte de una banda delictiva que lidera un sujeto apodado El Nica, cuya principal actividad es el robo con violencia y cualquier delito por mandato.
Así, la guerra contra el narcotráfico está lejos de terminar, en menos de cuatro días el cártel de Sinaloa, y fundamentalmente Guzmán Loera, recibió dos golpes fuertes. El primero ocurrió el pasado jueves con la muerte de Édgar Guzmán Beltrán, uno de los hijos del legendario capo del narcotráfico, cuando un comando de al menos 15 hombres descargó más de 500 casquillos y varios bazucasos que terminaron con la vida no sólo del hijo de El Chapo, sino también con sus acompañantes, quienes fueron identificados como Arturo Cázares, hijo de La Emperatriz, Blanca Margarita Cázares, y Arturo Meza, hijo de Raúl Meza Ontiveros, El M6, asesinado en 2007, durante un enfrentamiento en la colonia Guadalupe Victoria.
El segundo fue el pasado sábado con la captura de Alfonso Gutiérrez Loera, de 25 años, quien manifestó ser primo de Joaquín Guzmán Loera. Esto durante un enfrentamiento en Culiacán, Sinaloa como parte del Operativo Conjunto Sierra Madre.

Calderón, empleadillo de Slim


El Presidente de Ecuador, Rafael Correa, reveló este sábado que el espurio Felipe Calderón lo llamó por teléfono hace unos días para que recibiera a ejecutivos de la compañía telefónica del magnate salinista Carlos Slim Helú, en el marco de la negociación para renovar las licencias de telefonía móvil en el país andino.
En su programa sabatino de radio, Correa dijo: “Quiero decirles que hasta el Presidente Calderón me llamó para que les diera una cita a los de Porta Celular”.
El hecho cobra relevancia si se considera que Carlos Slim y dos de sus hijos, Carlos y Marco Antonio, aportaron en conjunto dos millones 275 mil pesos a la campaña electoral del PAN en 2006, de acuerdo con información del Instituto Federal Electoral, disponible en
www.ife.org.mx

Me vale madre

Lo dijo contundentemente: le valen madre las críticas. Es más, mandó a "chingar a su madre" a quienes lo han cuestionado. Sí, así se expresó el señor Emilio González, gobernador del estado de Jalisco. ¿El motivo? La prensa y muchos ciudadanos se quejaron del apoyo económico que le brindó a la Iglesia católica, en nombre del gobierno que encabeza, para apoyarla en la construcción de un santuario en Tlaquepaque. La reacción de los medios y de la ciudadanía no se hizo esperar: "¡Que renuncie!", "¡No puede ser!" Los reclamos son atinados y necesarios, claro, pero, ¿de qué nos sorprendemos? No hay por qué mostrar incredulidad ante lo dicho y hecho por González Márquez. En primer lugar, la clase política mexicana está muy lejos de ser perfecta. Resulta más que obvio que en este país la impunidad es la regla y no la excepción, sobre todo cuando hablamos de políticos, funcionarios públicos, etcétera (por eso, y porque no es una persona cívica, al señor González le vale madre que lo cuestionemos: total, incluso si lo que ha hecho está fuera de la ley, ¿quién lo va a sancionar?). Pero, más allá de esto, lo ocurrido no sorprende porque a los mexicanos -salvo algunas excepciones que siempre están y han estado presentes- muchas cosas nos valen madre. Y entre ellas destacan el respeto al prójimo y, de la mano de lo anterior, a lo público. De esta manera, lo que el gobernador González ha hecho es, simplemente, evidenciar que es mexicano. ¿Exagero? Muy bien, le invito a usted, amigo lector, a que reflexione sobre su vida cotidiana: qué ve, escucha, hace, dice, etcétera, cuando, por ejemplo, pasea al perro o va manejando. En concreto, fíjese cómo interactúa con quienes le rodean. Esto es lo que yo he detectado: Es muy difícil estacionarse en la vía pública. Parte del problema se origina porque hay más autos que espacio, sí, pero también porque los "franeleros" se han apoderado de las calles. Lo han hecho porque no respetan nada ni a nadie y porque la autoridad se los ha permitido (de nuevo: el imperio de la impunidad). Por doquier hay vehículos estacionados en doble fila, lo que evidencia que hay quienes no respetan a los propietarios de los autos que están estacionados decentemente ni, mucho menos, el espacio público, que es de todos, es decir, la calle misma. Abundan los perros sin correa. Muchos son callejeros, claro, pero muchos otros no. De seguir así, todo valdrá madre; ¡bonito país el que le dejaremos a nuestros hijos! ¿Y a usted, amable lector, le vale madre?
Artículo de Armando Román Zozaya
Reforma/07 de Mayo 08



Es increíble que la derecha, en un país laico, compare el uso de recursos públicos para la iglesia con la existencia de los franeleros o los perros sin correa. Como justificar a un funcionario público que manda a chingar la madre de sus opositores, poco o nada falta para que los mande a chingar con la policía, los pfpos o los militares como acostumbran los panistas.
Queda evidenciado que hasta las acciones más irracionales tienen paleros que “expliquen” la podredumbre que (des)gobierna.