viernes, 14 de noviembre de 2008


Calderón noquiere oposición

México está pasando por una de sus peores crisis en materia económica, social, moral y política de su historia reciente. A las repercusiones económicas de la crisis que se reflejan en alta carestía y en el repunte del desempleo, se suman también la descomposición del tejido social, la penetración del narcotráfico en casi todas las esferas sociales, la violencia virulenta en distintas entidades del país y la prolongación de una crisis política derivada de la falta de legitimidad de origen del gobierno.
Tenemos al peor gobierno federal de las últimas décadas. No trabaja. No cumple. No resuelve nada. Antes bien, provoca nuevos problemas. No le importa que la gente sufra porque se han duplicado los precios de los alimentos básicos. En contrapartida, le impone al país a un secretario de Gobernación especialista en cuidar los bolsillos de quienes se han enriquecido burlándose del pueblo, vía la corrupción. Es este un gobierno federal donde se resume todo lo malo que uno puede imaginar: autoritarismo, violación a derechos humanos, desprecio por los pobres, ignorancia, fanatismo y subordinación a gobiernos extranjeros.
Por eso Calderón no quiere que haya oposición. Quiere tener el control en todos los actores políticos. La situación nacional exige una vigorosa oposición. Mentira que existan condiciones para “la unidad nacional”. ¿Unidad nacional en torno a qué? ¿Alrededor del fraude electoral? ¿En torno a las trasnacionales petroleras? ¿A favor de los traficantes de influencias? ¿De los poderes fácticos como los cacicazgos sindicales?
La realidad es que no hay causas nacionales que unifiquen y dignifiquen una supuesta “unidad nacional” alrededor de dicho gobierno.
Al contrario, hay muchas razones por las que debe existir una fuerte oposición, especialmente por el rumbo económico, político y social que aquéllos han impuesto al país, siempre con saldo negativo para las mayorías.
Hoy no es el mejor momento de nuestra clase política nacional. En estos días no abundan tanto el arrojo, la decisión, la claridad de objetivos, la imaginación ni la voluntad de transformar.
Sólo por eso es tan importante el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador, porque es él quien hoy representa a la oposición que hace falta.
Martí Batres Guadarrama en su columna Objeciones de la Memoria publicada en El Universal

Izquierda sin partido, partido sin izquierda


El anuncio de un acuerdo entre el Partido del Trabajo (PT) y Convergencia para ir con candidaturas comunes a los comicios del año entrante, adoptado en el marco del Frente Amplio Progresista (FAP), es indicativo, si no de una ruptura, al menos del aislamiento de la dirigencia perredista avalada el miércoles por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y coloca a la militancia del sol azteca ante una disyuntiva patente: acatar los formalismos legales impuestos a su instituto político por una instancia del poder público que el año antepasado convalidó la suciedad electoral desplegada contra la candidatura presidencial del propio PRD o buscar otros espacios organizativos de participación.
Por su parte, Nueva Izquierda, la corriente que encabeza Jesús Ortega Martínez, presidente perredista convalidado por el TEPJF, tiene ante sí una perspectiva por demás incierta: aun suponiendo que logre hacerse con el pleno control del aparato del partido, éste ha dejado de ser el punto de referencia y de confluencia de las izquierdas legalistas y parlamentarias y su elemento articulador con las luchas sociales y populares. El centro de gravedad de tales luchas, guste o no, está hoy en el movimiento de resistencia civil que encabeza Andrés Manuel López Obrador, y de su lado se encuentran dos organizaciones partidistas con registro. Sin los contenidos del movimiento ciudadano, sin la energía civil que se despliega mayoritariamente al margen de los institutos políticos y sin el caudal de votantes allí reunido, es difícil imaginar que la facción que actualmente controla al PRD pueda llevar al partido a un escenario no catastrófico.
Sin los sufragios de los militantes, dirigentes y simpatizantes del PT y de Convergencia, y sin los de los activistas sin partido del movimiento ciudadano, en los próximos comicios a Nueva Izquierda le van a faltar votos para hacer triunfar a sus candidatos. Se encontrarán, además, carentes de causas y de banderas, como no sea la de la preservación de los espacios de poder conquistados, en buena medida, gracias al impulso de la insurgencia cívica que se aglutinó en torno a la candidatura presidencial de López Obrador y que permanece unida en la resistencia a las políticas privatizadoras y antipopulares del gobierno en curso. Para ese sector de la ciudadanía resulta un agravio intolerable el que el mismo tribunal que, desde su perspectiva, consumó un desfalco electoral en 2006, sea ahora el que valide –para colmo, con argumentos similares a los que empleó hace dos años para dar por buenos unos comicios presidenciales irregulares– a las autoridades perredistas, en un fallo que fue, significativamente, festejado desde Acción Nacional y desde el Revolucionario Institucional.
Posiblemente lo más lamentable de esta perspectiva sea que, sin contenidos y sin vínculos con las luchas populares, el organismo político controlado por NI corre el riesgo de convertirse en una nueva versión de los viejos partidos paraestatales, como el del Frente Cardenista (PFCRN) y el Socialista de los Trabajadores (PST), que es precisamente de donde vienen algunos connotados dirigentes de Nueva Izquierda. Tal posibilidad resulta particularmente desoladora si se tiene en mente que la construcción del PRD ha costado muchas vidas y múltiples sacrificios de miles de mexicanos honestos, y cuya fundación tiene como antecedentes gestas sociales y políticas de relevancia histórica.
Tal panorama puede ser exasperante para diversos sectores de izquierda que hoy se encuentran sin partido, pero es por demás ominoso para la estabilidad política del país. Si el grupo gobernante apostó a dividir y a cooptar al PRD, tal apuesta puede resultarle extremadamente costosa, si se toma en cuenta que esa formación había venido siendo un cauce de participación institucional para nuevos y viejos descontentos políticos, sociales y económicos. En esta lógica, es posible que el poder público formal logre ahorrarse, o al menos atenuar, los desórdenes, las interpelaciones y las tomas de tribunas en las cámaras legislativas, pero con ello no se suprimirán las fracturas, los malestares y las disidencias; simplemente, se enconará la división que recorre el país y se ahondará una cólera popular que, independientemente de si se comparte o no, existe y es creciente.


Editorial del periódico La Jornada

jueves, 13 de noviembre de 2008

El nuevo en segob


Defendió al banquero Jorge Lankenau en el caso de Banca Confía y de Abaco Casa de Bolsa… Se convirtió en el abogado de Rogelio Montemayor cuando el entonces director de PEMEX fue involucrado con los dineros del Pemexgate… Asumió el caso legal de Carlos Cabal Peniche y sus asuntos de Banca Unión… Dio la cara por Javier Moreno Valle para defender la concesión del Canal 40 en el cerro del Chiquihuite…
Asesoró y, en algunos casos, asumió la defensa de Raúl Salinas de Gortari…. Es el abogado de Germán Larrea y del Grupo México en su demanda contra el Sindicato Minero, y hoy mantiene a su líder, Napoleón Gómez Urrutia, fuera de México…
Estos son apenas muestras de los espinosos casos que figuran en la historia de controvertidos litigios de Fernando Gómez Mont, el afamado penalista que bien podría ser llamado “El Abogado de los Imposibles”.
Ahora, su misión casi imposible será la de devolverle al gobierno de Felipe Calderón el equilibrio político que terminó de perderse cuando Juan Camilo Mouriño falleciera en el avionazo de Periférico y Lomas, en la ciudad de México.
Fernando Gómez Mont es, desde las 8:00 de la mañana de ayer lunes, el nuevo Secretario de Gobernación. El tercero en los dos años que van del sexenio calderonista. Pero detrás de la rotunda figura de este abogado con especialidad en legislación penal por la Escuela Libre de Derecho se dibuja toda una dinastía política del panismo más tradicional. Y sin duda su padrinazgo político viene de la mano de otra fuerte y controvertida figura albiazul: Diego Fernández de Cevallos.
De hecho, el nombre de Fernando Gómez Mont no se incluía en lista alguna sobre los posibles sucesores de Juan Camilo Mouriño.
Apenas hacía unos meses se había reincorporado al activismo político como consejero nacional del PAN, cuando el chihuahuense Javier Corral renunció a la posición. Pero para nadie es un secreto que su designación como el nuevo inquilino de Bucareli trae el sello de Diego Fernández de Cevallos.
Urgido de retomar el control de la política nacional, cuyos vacíos fueron llenados por los priístas Manlio Fabio Beltrones y por Emilio Gamboa, el Presidente buscaba desde hacía meses a su Fernando Gutiérrez Barrios. Calderón, al igual que en su tiempo lo hizo el presidente Carlos Salinas, necesitaba de un personaje con oficio declinó. Y de nuevo, el propuesto fue Fernando Gómez Mont.
Es cierto que El Jefe Diego no era santo de la devoción de Calderón. Pero lo mismo sucedió en su momento entre Salinas y Gutiérrez Barrios. Eran antagónicos hacia adentro de su partido, pero tenían que hacerle frente a las amenazas que venían de afuera. Confrontar a los enemigos comunes. Y eso los convertía en amigos.
Reporte Indigo

Peña Nieto reconoce su noviazgo con Angelica Rivera, mientras gasta millones de pesos en publicidad

Gráfico publicado en el Economista
Enrique Peña Nieto ya dijo que sí. Así es, el presunto asesino de su esposa y copete “jamás me moveré”, aceptó que desde hace tiempo mantiene una relación sentimental con la actriz telenovelera Angélica Rivera, quien, también hace tiempo, se convirtió en la imagen del gobierno del Estado de México. La “gran revelación” la hizo en el programa Shalalá que se transmitió anoche y que conducen Katia D’Artigues y Sabina Berman.
Peña Nieto pidió a las conductoras que no le preguntaran más, sin embargo, insistieron hasta que el priista sobrino de Montiel reconoció que él y la actriz están en un proceso de noviazgo y que a pesar de que ya habían salido en varias ocasiones él le preguntó a Angélica Rivera si quería ser su novia, para darle formalidad a la relación, a la que catalogó tiernamente como ‘un noviazgo joven’.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Objeciones de la Memoria

José Zamarripa, compañero entrañable

El pasado domingo 7 de septiembre amanecimos con la triste noticia del fallecimiento de un entrañable ser humano: José Zamarripa. Quiero dedicar estas líneas como un homenaje modesto a un compañero al que conocí hace más de 25 años, en los inicios de la unificación de las izquierdas nacionales en el Partido Socialista Unificado de México (PSUM).

Pepe Zamarripa —como cariñosamente le llamaban todos— junto con su hermano Roberto, ingresaron muy jóvenes al Partido Comunista Mexicano (PCM). Ambos fueron militantes destacados en la etapa más brillante de este organismo político, justo cuando se renovaron los ideales, se establecieron firmes compromisos con la democracia y la libertad.

En esos años Pepe Zamarripa militaba bajo los planteamientos aprobados en aquel histórico Congreso del Partido Comunista entre los que había tesis de avanzada, como la sexualidad, el Ejército o el cristianismo.

Con el paso del tiempo, Pepe Zamarripa se mantuvo en las filas del PSUM, después se incorporó al Partido Mexicano Socialista y más tarde al Partido de la Revolución Democrática.

Nunca ambicionó grandes puestos, ni poder personal. Siempre se distinguió como un militante abnegado, con una vida austera y entregado a una causa.

En otras palabras, mantuvo lo mejor de la militancia de aquel PCM, donde la mística y la entrega incondicional a los ideales del partido era lo fundamental.

Años después tuvo una importante responsabilidad en el Comité Ejecutivo Nacional del PRD, donde se desempeñó como secretario técnico. Eran los tiempos en que Andrés Manuel López Obrador presidía el partido.

Desde entonces, e independientemente de tener alguna responsabilidad pública o no, Pepe se mantuvo al lado de López Obrador. Apoyó su precandidatura y después su candidatura el gobierno del Distrito Federal. Con el tiempo se convirtió en el coordinador de asesores del entonces jefe de gobierno capitalino.

Más tarde continuó participando a su lado en la intensa lucha por alcanzar la presidencia de la República durante 2006. Recientemente se desempeñaba como subsecretario del gobierno legítimo en el estado de Jalisco.

Recordamos a Pepe Zamarripa como un compañero entrañable, generoso, entusiasta y muy querido. Lo vamos a extrañar. Descanse en paz.
Martí Batres Guadarrama
09 de septiembre de 2008

domingo, 9 de noviembre de 2008

Después del martes

Dedicado a procesar su duelo personal por la muerte de su amigo Juan Camilo Mouriño, el presidente Calderón ha dejado para después la designación de quien sustituya al secretario de Gobernación muerto el martes pasado cuando el avión en que viajaba vino a tierra inesperadamente. Desde la primera oración fúnebre, la noche de la tragedia, ha puesto el acento en su pesar personal, y en expresar condolencias a las familias Mouriño Terrazo y Mouriño Escalante. Dejó para el último párrafo de su discurso la obligada referencia al futuro: "en su momento haré saber a los mexicanos las decisiones de gobierno correspondientes".Si no lo ha hecho este fin de semana, tendrá que hacerlo cuanto antes. No es una designación urgente (y además, por disposición reglamentaria y decisión presidencial el subsecretario Abraham González Uyeda se encarga del despacho de los asuntos ordinarios), porque son más acuciantes que la política las crisis económica y de seguridad que afectan al país. Ciertamente hay graves problemas de gobernabilidad o gobernanza: la red de derechos humanos "Todos los Derechos para Todas y Todos" registra más de 600 conflictos locales dispersos en todo el país. Pero el gobierno federal no ha querido asumir el conjunto de esos problemas como un fenómeno político a ser enfrentado mediante una estrategia democrática sino que, cuando más, pretende sofocar los conflictos mediante la represión, cuya práctica corre a cargo de dependencias distintas de Gobernación (Defensa Nacional y Seguridad Pública). Por eso en la perspectiva gubernamental sería necesario sustituir de inmediato al secretario de Hacienda en caso de una falta súbita y no lo es al de Gobernación.Aunque las circunstancias hayan cambiado abruptamente por la desaparición de Mouriño y el modo en que ocurrió, quizá perdure la decisión sobre quien lo reemplace si se había llegado a la de removerlo. Si se dan por ciertas informaciones difundidas a través de columnas periodísticas que se nutren de confidencias palaciegas, los días de Mouriño en Bucareli estaban contados. Según unas versiones, se le incluiría en un reajuste del gabinete al cumplirse dos años del gobierno, el próximo 1o. de diciembre, con el propósito de emprender una nueva etapa. Según otras sería únicamente el secretario de Gobernación quien abandonaría su cargo. Y hasta se habló de quiénes podrían ocupar su lugar: la secretaria de Educación, Josefina Vázquez Mota, a quien las conjeturas previas al inicio del gobierno en 2006 ubicaban en Bucareli; y Juan Molinar Horcasitas, director del Instituto Mexicano del Seguro Social. La mención de esos nombres provocó en Gobernación una desdeñosa referencia al "fuego amigo" y a simples buenos deseos. Pero no había allí certidumbre de que la fuente de esas filtraciones no fuera más alta, Los Pinos precisamente.Tras el fallecimiento de Mouriño, varios panistas han propuesto para reemplazarlo a Diego Fernández de Cevallos, o lo han mencionado como posible secretario. Se citan sus habilidades para la concertación política. Las posee sin duda, y las mostró como consejero de Luis H. Álvarez en la coyuntura de la primera elección de Vicente Fox, en 1991, proceso que él se encargó de llevar adelante y culminó con la designación de un gobernador interino panista. Pero fue más amplio y trascendente su acuerdo con Carlos Salinas, cuya legitimidad había sido puesta en duda por su partido, que se tradujo en reformas constitucionales en materia agraria, educativa y eclesiástica practicadas durante el tiempo en que Fernández de Cevallos encabezó al grupo panista en la LV Legislatura, de 1991 a 1994, año este último en que fue candidato presidencial.Es remota la posibilidad de que ingresara al gabinete. Calderón provocaría un conflicto en su propia familia si lo hiciera secretario de Gobernación. Su hermana Luisa María se avino de mal modo, cuando fue senadora entre 2000 y 2006, a que su grupo lo encabezara Diego, cuyas prácticas repudiaba. Llegó al punto de iniciar una ley que por la claridad de su destinatario fue llamada con el nombre del Jefe Diego, destinada a impedir o castigar la mezcla del oficio de legislador con el de litigante privado, en que el queretano es maestro. Sería muy grave para la salud de la República instalar en Bucareli un despacho de gestoría privada, calificado por su aptitud para ganar en tribunales o directamente ante Hacienda la devolución de grandes sumas de impuestos pagados. Sería igualmente grave consagrar de ese modo la práctica de maniobras alevosas como la que correspondió a Fernández de Cevallos en la urdimbre con que el gobierno de Fox, con la complicidad de los Carlos Ahumada y Salinas, pretendió atacar a Andrés Manuel López Obrador en la fase previa a su desafuero, etapa a la que se llegó tras el fracaso de la operación desprestigiante (la de los videos denunciatorios de corrupción en el entorno del jefe de Gobierno) en que Diego fue hombre clave.Tras la tragedia del martes, amén de seguir la tradición necrofílica mexicana según la cual la muerte embellece a las personas, el gobierno ha empleado un doble lenguaje respecto de la naturaleza de aquel acontecimiento. Con palabras insiste en que se trató de un accidente, y a probarlo se encamina la estrategia de comunicación encabezada por el secretario de Comunicaciones Luis Téllez, a quien traicionan sus deslices verbales. Pero en los hechos actúa como si investigara un atentado, sin detenerse en la estricta legalidad de sus actos. Agentes de la mal llamada Policía Federal, que no tiene formalmente capacidades de investigación, pasaron la noche del jueves al viernes en la Dirección General de Aeronáutica Civil y salieron de ella con documentación probablemente relacionada con la caída del Learjet en que viajaban Mouriño, el ex subprocurador José Luis Santiago Vasconcelos y personal de Gobernación. Sin ambages el flamante comisionado interino de esa corporación (apenas el martes mismo entró en funciones) dijo que "la diligencia que realizaron los agentes federales forma parte de las investigaciones que se desarrollan sobre el desplome de la aeronave" (Reforma, 8 de noviembre). En circunstancias normales bastaría solicitar a Gilberto López Meyer, director de aeronáutica civil (y participante en el grupo de informantes encabezado por su jefe Luis Téllez), la documentación que se estime pertinente, en vez de sacarla de una oficina pública en ausencia y por lo tanto sin control de funcionarios responsables.Igualmente refuerza la idea, no dicha, silenciada, de que pudo tratarse de un atentado, la inmediata reacción militar. Apenas se supo del desplome del avión, tropas acantonadas en San Luis Potosí cercaron el aeropuerto de esa ciudad, de donde había partido el vuelo menos de una hora antes. Se encargó también a militares reforzar el resguardo de domicilios de la familia Mouriño. Y el hecho de velar a Santiago Vasconcelos en un recinto castrense además de subrayar la identificación del ex subprocurador con el Ejército habría tenido la intención táctica de proteger el velatorio, algo que no hubiera podido hacer directamente el Ejército en una funeraria civil.La muerte súbita de Mouriño terminó con el sueño de sus allegados, posible sin duda hasta enero pasado, de que en 2012 fuera candidato presidencial panista y acaso hiciera permanecer a su partido en Los Pinos. En la misma noche de su fallecimiento, en cambio, el mundo entero asistió a la consumación de otro sueño, la llegada de un norteamericano que no tiene la tez blanca a la casa presidencial de ese color. No se eligió al senador Barack Obama por ser negro, pero serlo no fue obstáculo para que millones de ciudadanos lo tuvieran como el protagonista de un momento histórico en la vida de Estados Unidos.Apenas horas después de su victoria, Obama comenzó la ardua tarea de convertir sueños colectivos, y sus propias promesas, en realidades. Con la abrumadora legitimidad de un triunfo que no requiere declaración formal para tener vigencia, luego de integrar un mínimo grupo de trabajo, el futuro presidente de Estados Unidos estableció el primer contraste con la política de su predecesor. En vez de sólo apoyar a los grandes consorcios en apuros, Obama anunció un plan de rescate a la clase media "que está viendo cómo sus salarios se reducen y sus ahorros desaparecen".

PLAZA PÚBLICA DE MIGUEL ÁNGEL GRANADOS CHAPA
AHÍ SERÁ PARA OTRO DÍA

Estaban las Adelitas
a las puertas del Congreso
Codo a codo con Andrés
Para evitar que lacayos
Que se dicen diputados
Nos dieran un buen revés.

La parca ya andaba cerca
Cargando gente al panteón
Pero era tal el alboroto
Que ella se preguntó:
¿De qué será lo que trata
tan colosal alharaca?

Muy atenta ella escuchó
Tan justa reclamación
De un puñado de mujeres
Que luchan por su nación

De tal suerte que ella se dijo,
Hoy mejor yo aquí las dejo
yo las cambio por pefepo
y ahí será para otro día.

LOS JUANES
Ellos salen a la calle
a luchar por nuestra Patria
con enjundia, con tezón;
No olvidemos que con ellos
nosotras fuertes seremos.

Si 1 + 1 son dos,
cuando estamos en la brega
somos mucho más que eso:
¡Somos un chingo!
¡Un montón!

LA MUERTE DE UN TRAFICANTE DE INFLUENCIAS

La muerte de éste traficante de influencias se dá en el contexto de debilitamiento e ineptitudes de los gobiernos neoliberales de Zedillo, Fox y Calderón, que han sido incapaces de sembrar expectativas en el pueblo, han sido inútiles sus esfuerzos por sembrar esperanza en los que menos tienen, ocupados siempre por agradar a quienes los llevaron al poder por medio de rios de dinero, fraudes, mentiras y trampas, se han sostenido en base de generar miedo e incertidumbre en el pueblo, se han sostenido en base a golpear a los movimientos sociales, al empleo y a la carestía, se han sostenido sosteniendo y salvando de la quiebra a grandes empresarios y sumiendo en la miseria a grandes sectores de la población, hoy el pelele se debate entre las presiones del imperio y grandes empresarios que le exigen les entregue los sectores económicos estratégicos para, a su vez, salvar de la enorme crisis al neoliberalismo y al Imperio Mundial y la presión del narcotráfico que le exige no meterse en sus negocios y por otro lado se encuentra bajo la presión de miles de ciudadanos y trabajadores que le exigimos deje el gobierno, porque no es capaz de solventar en su mínima expresión las grandes necesidades del pueblo, ahora más que nunca debemos acelerar nuestra lucha, discutir las tácticas más adecuadas para que el espurio caiga antes de terminar su gobierno, debemos desenmascarar a los colaboradores del sistema que tratan de sostenerlo (Nueva Izquierda y demas tribus), esclarecer ante el pueblo sus inútiles dádivas para "salvar de la crisis a México", sus alianzas con los lideres charros y con todos los priístas que agazapados esperan dar el golpe para hacerse nuevamente del Estado.
Hoy tenemos que hacer más fuerza para sincronizar nuestro movimiento de resistencia con todos los demas movimientos reivindicativos de trabajadores y sectores en lucha, nadie debe mediatizar nuestro accionar, ni hagamos caso a los cantos de sirena que los chuchos van a lanzar, pues ahora son los colaboradores más cercanos a Calderón. Hoy tenemos que fortalecer, cuidar y fomentar más que nunca a nuestro líder de la esperanza a Andres Manuel López Obrador y echar andar el Plan de defensa del Pueblo, el petróleo y la soberanía popular, no tenemos nada que perder todo esta por ganar.

Comparte: Lauro Castellón

Murió el virrey mouriño

Quedó Camilo bien muerto
en accidente de aviación
y dirán que fueron narcos
que causaron tal acción
como ahora se acostumbra,
pero harta tenía a la parca
por su mala conducción,
de nada servía a la patria
tenerlo en gobernación.
Inconforme la calaca
estaba con su misión,
y de pilón se cargó
a un chaparro pelón
Y mientras se lo llevaba
ella así le reclamaba:
Insensible calderón
te dueles por tus amigos
y te olvidas que también
hubo del pueblo heridos.
Así es que tu gozarás
de buen acompañamiento
de una runfla de traidores
que te espera el infierno
Comparte: Raquel Muñoz