Ocho colonos y un policía heridos, así como dos personas detenidas, fue el saldo de un enfrentamiento que se produjo cuando policías estatales y federales impidieron a un grupo de vecinos bloquear la autopista México-Puebla a fin de exigir más ayuda para recuperar lo perdido a causa de las inundaciones ocurridas el 5 de febrero por la rotura del bordo del canal La Compañía.
Doscientos elementos de la Agencia de Seguridad Estatal y 100 de la Policía Federal se apostaron en los carriles de baja velocidad en cuanto se supo que vecinos de las colonias El Triunfo, Providencia, Avándaro y San Isidro, municipio de Valle de Chalco, y de Unión de Guadalupe, Chalco, planeaban cerrar la vía.
Más tarde, unas 250 personas marcharon desde el cruce de las avenidas Solidaridad y Adolfo López Mateos, colonia El Triunfo, hacia la autopista México-Puebla. Se quejaban de que fueron excluidas del padrón de beneficiarios y de que los 20 mil pesos que les entregaron los gobiernos estatal y federal son insuficientes para resarcir los daños que sufrieron.
“La televisión engaña. ¡Pago justo!”; “Enrique Peña Nieto, no nos quieras callar la boca con una tarjeta electrónica y una despensa, porque ni con eso nos pagan lo que perdimos”, decían algunas pancartas.
Los vecinos se cansaron de esperar a que llegara algún funcionario. “Les vamos a dar una hora para dialogar”, dijeron, pero nadie se presentó.
Quien prendió la mecha fue Jesús Fernández Arragán, dirigente del Frente Nacional Ciudadano Emiliano Zapata. El también ex regidor del Partido del Trabajo y damnificado, incitó a utilizar dos camionetas para romper la valla de policías que resguardaba los carriles centrales de la autopista.
En el kilómetro 28.5 de la vía, con dirección a Puebla, los policías se abalanzaron por igual contra hombres, mujeres y niños, para lo cual utilizaron toletes, escudos y proyectiles de gases lacrimógenos. La gente respondió con piedras, palos y otros objetos.
Los granaderos arremetieron contra Fernández Arragán y María Antonieta López Aguilar, quien conducía una de las dos camionetas con que embistieron a los policías.
Ambos fueron puestos a disposición del Ministerio Público Federal, que inició una averiguación previa por ataques a las vías de comunicación, daño en propiedad ajena y resistencia de particulares.
También quedaron a disposición de las autoridades las camionetas con matrículas 211 HVK y LSN 8159. Esta última se incendió cuando un proyectil de gas lacrimógeno estalló en su interior. Las patrullas 9810 y 9710 quedaron con los cristales rotos.
En 40 minutos ocurrieron tres choques, el último cuando granaderos de la PF intentaron allanar viviendas y negocios de la avenida Solidaridad en los cuales se refugiaron muchos vecinos. Ahí los federales golpearon a Esmeralda Montes Rodríguez, de 27 años de edad y con dos meses de embarazo.
El policía estatal Jesús Arellano Albarrán sufrió una herida en una pierna y fue internado en una clínica del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios.
María Fernández, de la colonia El Triunfo, denunció que la policía golpeó a su abuelo y a su padre, Jesús Fernández.
Cuando la gente se había dispersado arribaron otros 300 elementos de la PF. A las 15 horas se retiraron los policías y se quedaron de guardia 100 elementos de la Agencia de Seguridad Estatal.
Doscientos elementos de la Agencia de Seguridad Estatal y 100 de la Policía Federal se apostaron en los carriles de baja velocidad en cuanto se supo que vecinos de las colonias El Triunfo, Providencia, Avándaro y San Isidro, municipio de Valle de Chalco, y de Unión de Guadalupe, Chalco, planeaban cerrar la vía.
Más tarde, unas 250 personas marcharon desde el cruce de las avenidas Solidaridad y Adolfo López Mateos, colonia El Triunfo, hacia la autopista México-Puebla. Se quejaban de que fueron excluidas del padrón de beneficiarios y de que los 20 mil pesos que les entregaron los gobiernos estatal y federal son insuficientes para resarcir los daños que sufrieron.
“La televisión engaña. ¡Pago justo!”; “Enrique Peña Nieto, no nos quieras callar la boca con una tarjeta electrónica y una despensa, porque ni con eso nos pagan lo que perdimos”, decían algunas pancartas.
Los vecinos se cansaron de esperar a que llegara algún funcionario. “Les vamos a dar una hora para dialogar”, dijeron, pero nadie se presentó.
Quien prendió la mecha fue Jesús Fernández Arragán, dirigente del Frente Nacional Ciudadano Emiliano Zapata. El también ex regidor del Partido del Trabajo y damnificado, incitó a utilizar dos camionetas para romper la valla de policías que resguardaba los carriles centrales de la autopista.
En el kilómetro 28.5 de la vía, con dirección a Puebla, los policías se abalanzaron por igual contra hombres, mujeres y niños, para lo cual utilizaron toletes, escudos y proyectiles de gases lacrimógenos. La gente respondió con piedras, palos y otros objetos.
Los granaderos arremetieron contra Fernández Arragán y María Antonieta López Aguilar, quien conducía una de las dos camionetas con que embistieron a los policías.
Ambos fueron puestos a disposición del Ministerio Público Federal, que inició una averiguación previa por ataques a las vías de comunicación, daño en propiedad ajena y resistencia de particulares.
También quedaron a disposición de las autoridades las camionetas con matrículas 211 HVK y LSN 8159. Esta última se incendió cuando un proyectil de gas lacrimógeno estalló en su interior. Las patrullas 9810 y 9710 quedaron con los cristales rotos.
En 40 minutos ocurrieron tres choques, el último cuando granaderos de la PF intentaron allanar viviendas y negocios de la avenida Solidaridad en los cuales se refugiaron muchos vecinos. Ahí los federales golpearon a Esmeralda Montes Rodríguez, de 27 años de edad y con dos meses de embarazo.
El policía estatal Jesús Arellano Albarrán sufrió una herida en una pierna y fue internado en una clínica del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios.
María Fernández, de la colonia El Triunfo, denunció que la policía golpeó a su abuelo y a su padre, Jesús Fernández.
Cuando la gente se había dispersado arribaron otros 300 elementos de la PF. A las 15 horas se retiraron los policías y se quedaron de guardia 100 elementos de la Agencia de Seguridad Estatal.
