lunes, 10 de noviembre de 2008

Objeciones de la Memoria

José Zamarripa, compañero entrañable

El pasado domingo 7 de septiembre amanecimos con la triste noticia del fallecimiento de un entrañable ser humano: José Zamarripa. Quiero dedicar estas líneas como un homenaje modesto a un compañero al que conocí hace más de 25 años, en los inicios de la unificación de las izquierdas nacionales en el Partido Socialista Unificado de México (PSUM).

Pepe Zamarripa —como cariñosamente le llamaban todos— junto con su hermano Roberto, ingresaron muy jóvenes al Partido Comunista Mexicano (PCM). Ambos fueron militantes destacados en la etapa más brillante de este organismo político, justo cuando se renovaron los ideales, se establecieron firmes compromisos con la democracia y la libertad.

En esos años Pepe Zamarripa militaba bajo los planteamientos aprobados en aquel histórico Congreso del Partido Comunista entre los que había tesis de avanzada, como la sexualidad, el Ejército o el cristianismo.

Con el paso del tiempo, Pepe Zamarripa se mantuvo en las filas del PSUM, después se incorporó al Partido Mexicano Socialista y más tarde al Partido de la Revolución Democrática.

Nunca ambicionó grandes puestos, ni poder personal. Siempre se distinguió como un militante abnegado, con una vida austera y entregado a una causa.

En otras palabras, mantuvo lo mejor de la militancia de aquel PCM, donde la mística y la entrega incondicional a los ideales del partido era lo fundamental.

Años después tuvo una importante responsabilidad en el Comité Ejecutivo Nacional del PRD, donde se desempeñó como secretario técnico. Eran los tiempos en que Andrés Manuel López Obrador presidía el partido.

Desde entonces, e independientemente de tener alguna responsabilidad pública o no, Pepe se mantuvo al lado de López Obrador. Apoyó su precandidatura y después su candidatura el gobierno del Distrito Federal. Con el tiempo se convirtió en el coordinador de asesores del entonces jefe de gobierno capitalino.

Más tarde continuó participando a su lado en la intensa lucha por alcanzar la presidencia de la República durante 2006. Recientemente se desempeñaba como subsecretario del gobierno legítimo en el estado de Jalisco.

Recordamos a Pepe Zamarripa como un compañero entrañable, generoso, entusiasta y muy querido. Lo vamos a extrañar. Descanse en paz.
Martí Batres Guadarrama
09 de septiembre de 2008

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