A todos los militantes del Movimiento Ciudadano Mexiquense
Sucesos políticos de gran importancia vienen sucediéndose de manera vertiginosa. Esta velocidad de los hechos es importante porque permite que las cosas rápidamente queden en su sitio, que luego luego se vea la naturaleza real de las acciones de todas las fuerzas en lucha. Pero exige de los luchadores propuestas y posturas inmediatas y claras.
Me dirijo a todos los militantes del Movimiento Ciudadano Mexiquense llamándoles a incorporarse a la lucha en los términos que lo ha resuelto la asamblea popular en el Hemiciclo a Juárez el día 22 de octubre: rechazar la intentona tramposa de todos los senadores y diputados del poder (incluyendo a los del PRD) que habían difundido por todos los medios la mentira de que la propuesta que se disponían a aprobar no contenía elementos privatizadores. Hagamos todo lo que esté en nuestras manos; no escatimemos un solo esfuerzo. Nuestra carne es pequeña todavía, pero como sea, echémosla toda al asador. Concentrémonos en esta batalla, promoviendo un mitin, publicando un volante, sacando un periódico mural. Lo que podamos hacer.
Esta batalla debe darse y pensarse en relación directa con la línea de periodo. En esta batalla están labrándose los combates venideros, sobre todo aquellos que tienen que ver con la gran pelea del 2012. Desde este vértice toman relieve nuestras reflexiones sobre el PRD y el mismo movimiento lopezobradorista y las luchas de los otros tres destacamentos en resistencia (el movimiento magisterial contra la ley del ISSSTE y el pacto entre Elba Esther y Calderón; el movimiento de resistencia campesino-indígena de la zona centro-sureña; el movimiento contra el capítulo agropecuario del TLC). El triunfo de estos cuatro destacamentos de la principal resistencia al neoliberalismo dependerá de, cuando menos, dos premisas: a) el logro de la sincronía y la articulación de estos cuatro destacamentos en una especie de junta patriótica de liberación, y b) que se asuma la línea de llevar la resistencia desde abajo, ciudadano-popular a la lucha político electoral con un programa único democrático, de liberación nacional, patriótico e incluyente; con una propuesta única de gabinete gubernamental incluyente y comprometido con el programa; y c) un candidato único a la Presidencia de la República.
En la batalla por el petróleo debemos promover esta línea de alternativas de solución radical a los problemas fundamentales de México, señalando que sin esto serán más difíciles las victorias populares.
De inmediato hay que introducir la reflexión sobre el PRD. La postura de los chuchos es clara e invariable (contubernio pleno con los neoliberales) y ellos controlan al Partido sin posibilidades de que nadie, ni Andrés Manuel, los pueda remover de sus posiciones y cargos. El PRD ya está definido: es el caballo de Troya del poder en el seno de la oposición. Quien no vea que ya nada se puede hacer en ese instituto político, desde un intento democrático, y que no hay tiempo que perder en lo que se refiere a empezar a construir la alternativa, está dando de manera parcial la batalla por el petróleo. La postura de la Dirección oficial perredista de desmarcarse del movimiento lopezobradorista y señalando claramente que Andrés Manuel y la gente deben atenerse a las consecuencias de sus actos, no contando con el mínimo apoyo de la dirección del Partido, estableciendo clara y enfáticamente que sus legisladores cumplirán su palabra empeñada con el PAN y el PRI (reconocimiento de que cumplen a cabalidad los resolutivos del XI Congreso que les permite “aliarse” con los partidos del poder) de votar a favor de las propuestas privatizadoras, es una postura más que clara: el PRD es de los chuchos, es decir del poder y no hay vuelta de hoja.
¿Qué hacer? Hay que desmarcarse completamente del partido de los chuchos, romper con esos colaboradores del poder y empezar desde ya la difícil tarea de construir un nuevo partido.
¡Llegó la hora de formar un partido político-electoral de nuevo tipo! Este partido deberá construirse conjuntamente con los otros tres destacamentos de la actual resistencia popular; debe ser un partido conformado con los movimientos socio-políticos que hoy dan la pelea contra el neoliberalismo, entre los que destaca el movimiento lopezobradorista. Este último debe dar la pauta; debe hacer público su rechazo a la postura oficial y única hoy del PRD, debe hacer de conocimiento general que caracteriza dicha postura de una traición a los intereses de la patria, de la nación y del pueblo y deberá declarar su rompimiento con la camarilla perredista colaboracionista. Simultáneamente deberá buscar encuentros y lazos con el Movimiento de Liberación Nacional (recién formado por la mayoría de las organizaciones hermanas que estaban en la Promotora Nacional), con el Diálogo Nacional, con el SME, y desde estos encuentros ir trabajando la convocatoria para la conformación de un frente amplio antineoliberal, una especie de junta patriótica de liberación, como lo hemos dicho, y así sentar las bases para la conformación de un nuevo partido político para las elecciones del 2012. Para esto, es necesario tener muy presente las experiencias del Partido del Trabajo de Brasil y de otras experiencias de conformación de estructuras electorales desde abajo, desde las resistencias comunitarias, del pueblo confrontado con el gobierno a partir de sus propias demandas. Así se ganó en Bolivia, en Ecuador, en Venezuela. No se trata de copiar, sino de aprovechar lo que ha sido victorioso en otras latitudes.
Lo que es cierto es que con el PRD es dañino seguir enganchado. El PRD es un gravoso lastre que traerá sólo fracasos a las fuerzas democráticas. Los chuchos (y ya veremos quienes le siguen) se quedarán con el membrete; lo gozarán con los recursos con los que les pagarán sus valedores del poder. Hay que combatirlos desde ya llamando a un abandono masivo de las filas perredistas y con el llamado a la abstención electoral en el 2009.
Compañer@s: estas son mis opiniones; así veo yo las cosas. Son reflexiones ante fenómenos nuevos que, de alguna manera, confirman tendencias que ya previó desde la última elección interna del PRD. Quien dudó de la certeza de nuestra tesis de que el Décimo Congreso del PRD abría la senda de la hegemonía en este partido de la línea de la colaboración con el poder, debe hoy estar en serias dificultades para sostener sus opiniones. Siempre la vida pone en su lugar a todos y a todo. No hay más que abrir los ojos para ver lo que pasa frente a nosotros.
Yo no sé si estas reflexiones aviven un debate. Lo que sí les digo es que quien decida entrarle debe saber que es una discusión entre camaradas y sobre cuestiones capitales en las que hay que ver sobre todo los contenidos. Pues cuando se oculta lo fundamental con superficialidades (cuando menos para lo que se está discutiendo) y se olvida que confrontamos ideas y propuestas preñadas del ánimo de contribuir a la lucha, no se puede avanzar más allá de esgrimas inútiles.
Como siempre, les saluda fraternalmente
LAURO CASTELLÓN
MCM IZCALLI
MCM IZCALLI
17 de NOVIEMBRE DE 2008.
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