lunes, 12 de mayo de 2008

ola de violencia

La ola de violencia en el país, alcanzó, esta semana, a altos mandos de la Secretaría de Seguridad Pública federal; Édgar Millán Gómez, coordinador de Seguridad Regional y Proximidad Social de la Policía Federal Preventiva, murió en su domicilio de la Colonia Guerrero después de recibir nueve impactos de bala, en el pecho y la cara.
La principal línea de investigación de la ejecución es una venganza del narcotráfico, concretamente del grupo de los hermanos Beltrán Leyva por la captura de Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo, y la desarticulación de tres células de sicarios de esa organización en la capital del país.
Millán era uno de los hombres más cercanos al titular de la SSP, Genaro García Luna, y engranaje importante en los operativos conjuntos que se realizan en nueve entidades del país.
Considerado el tercer hombre en importancia en la dependencia federal, su muerte “indignó y preocupó” a los integrantes del gabinete de seguridad nacional, quienes en prolongada reunión delinearon un operativo inmediato para dar con los autores materiales e intelectuales de ese homicidio, ya que el asesinato constituye el mayor golpe del crimen organizado contra mandos de la PFP en lo que va de esta administración.
Por su parte, el Pelele Calderón deploró el “cobarde” asesinato e hizo un parangón entre los héroes nacionales y los elementos de la fuerza pública que han caído en el cumplimiento de su deber. En tanto, Juan Camilo Mouriño, responsable de todos los delitos que se le imputan por tráfico de influencias y secretario de la comisión que le dio impunidad, manifestó su preocupación y exhortó al resto de las dependencias y corporaciones a trabajar en conjunto para dar con los responsables.
La SIEDO atrajo la investigación del homicidio, el proceso someterá a todo el personal de la oficina que dirigía Millán a exámenes poligráficos y el Ministerio Público Federal analiza la posibilidad de solicitar el arraigo de varios colaboradores cercanos. Hasta el momento, se sabe que los sicarios contratados por el cártel de Sinaloa son originarios de la delegación Iztacalco y forman parte de una banda delictiva que lidera un sujeto apodado El Nica, cuya principal actividad es el robo con violencia y cualquier delito por mandato.
Así, la guerra contra el narcotráfico está lejos de terminar, en menos de cuatro días el cártel de Sinaloa, y fundamentalmente Guzmán Loera, recibió dos golpes fuertes. El primero ocurrió el pasado jueves con la muerte de Édgar Guzmán Beltrán, uno de los hijos del legendario capo del narcotráfico, cuando un comando de al menos 15 hombres descargó más de 500 casquillos y varios bazucasos que terminaron con la vida no sólo del hijo de El Chapo, sino también con sus acompañantes, quienes fueron identificados como Arturo Cázares, hijo de La Emperatriz, Blanca Margarita Cázares, y Arturo Meza, hijo de Raúl Meza Ontiveros, El M6, asesinado en 2007, durante un enfrentamiento en la colonia Guadalupe Victoria.
El segundo fue el pasado sábado con la captura de Alfonso Gutiérrez Loera, de 25 años, quien manifestó ser primo de Joaquín Guzmán Loera. Esto durante un enfrentamiento en Culiacán, Sinaloa como parte del Operativo Conjunto Sierra Madre.

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